El presidente de la Unión Industrial Argentina, Martín Rappallini, sostuvo que el país tiene una vocación industrial que atraviesa su historia, desde los inmigrantes que fundaron las primeras fábricas hasta los emprendedores actuales. Recordó que el sector representa hoy el 18% del PBI, el 30% de la recaudación y el 20% del empleo directo, con 1,2 millones de trabajadores, además de aportar de manera decisiva a las exportaciones.
Según Rappallini, la industria argentina no se concentra solo en Buenos Aires: “Cuando se habla de industria se habla de una diversidad de sectores”, explicó, mencionando producciones regionales como la madera, el azúcar, la yerba mate, el aluminio, el plástico o la agroindustria, además de la industria del conocimiento. Para el dirigente, cada etapa histórica estuvo marcada por un salto industrial, desde la metalurgia y la petroquímica hasta la automotriz y la de bienes de consumo.
El titular de la UIA remarcó también el componente cultural detrás de esa identidad: los inmigrantes trajeron saberes y oficios que se convirtieron en fábricas, sentando las bases de una tradición que aún perdura. “La aspiración de todo emprendedor argentino siempre estuvo ligada a tener su propia fábrica”, afirmó, subrayando que la educación y la innovación siguen siendo claves para sostener la competitividad en un mundo donde la industria vuelve a ser estratégica frente a la disputa tecnológica global.
