El actor y director Robert Redford, ícono de Hollywood y fundador del Festival de Sundance, murió este martes a los 89 años en su casa de Utah. Con más de seis décadas de carrera, Redford se convirtió en símbolo del cine estadounidense gracias a películas como Butch Cassidy and the Sundance Kid, The Candidate y All the President’s Men, y por su impulso al cine independiente a través del Sundance Institute.
Dueño de un carisma inconfundible, trabajó junto a figuras como Paul Newman y Jane Fonda, y construyó una filmografía que abarcó desde el romance y la comedia hasta el drama político y social. Como director, debutó con Ordinary People, que ganó cuatro premios Oscar, y consolidó su prestigio detrás de cámaras con títulos como Quiz Show y A River Runs Through It.
Más allá de la pantalla, Redford fue un referente cultural: recibió un Oscar honorífico, la Medalla Presidencial de la Libertad y múltiples distinciones internacionales. Su legado no solo está en sus películas, sino también en el espacio que abrió para nuevas generaciones de cineastas. Con su muerte, el cine mundial despide a una de sus figuras más influyentes y queridas.
